Andreína Martínez

“Nunca pensé llegar tan lejos”

Andreína Martínez, Miss República Dominicana Universo y segunda finalista del Miss Universo 2022, es una mujer carismática, elegante, inteligente, pero, sobre todo, humilde, que ha sabido superar con ímpetu los retos que le ha presentado la vida para lograr sus sueños más anhelados. Martínez, una dominicana amante de la bachata, sueña en grande. Lleva consigo una historia motivacional y de superación, la cual conjuga con su voz para inspirar a otras mujeres, latinas o no, a cumplir sus sueños, tal y como ella lo hizo.

Andreína Martínez concedió una entrevista para ESTYLO Magazine.

Andreína Martínez concedió una entrevista para ESTYLO Magazine.

El equipo de ESTYLO Magazine tuvo la oportunidad de conversar con Martínez para conocer un poco más de su vida y de ese camino que comenzó a recorrer desde temprana edad, el cual le permitió posicionarse como una mujer integral.

Una joven que llegó a concursar en el Miss Universo, algo que muchas mujeres quieren y aspiran, pero no llegan, ¿cómo te sientes?

Me siento muy bendecida. Honestamente, nunca pensé en llegar tan lejos, viniendo de una familia muy pobre en República Dominicana, de Santiago de los Cabellos, específicamente. Me mudé a Estados Unidos cuando tenía apenas 13 años sin saber el idioma, sin mi familia, sin mi madre, que era lo que me afectaba en ese momento. Nunca me vi llegando al Miss Universo, y eso para mí ha sido una bendición muy hermosa.

¿Cuándo supiste que esa era la ruta que tú querías seguir?

Desde muy pequeña. En el 2003, Amelia Vega ganó el Miss Universo, y yo dije “yo quiero estar ahí”. De hecho, mi padre, cuando estábamos todos viendo el concurso, me dijo: ella se te fue adelante, te toca a ti de segunda. Cuando llegué a Estados Unidos cambió mi enfoque un poco, quería educarme, formarme profesionalmente y trabajar como todo inmigrante. Cuando me gradué de la universidad pensé que era el momento de perseguir mi sueño.

Me lancé a participar en un concurso de belleza de Estados Unidos, gané y ahí fui a Miss República Dominicana Universo, con todo el corazón lleno de miedo, ansiedad, pero firme en lo que sabía que podía ser, y aquí está el resultado.

¿Qué ritmo tuviste que tener en tu vida para lograr estar ahí?

Creo que la clave de todo es la disciplina. No entendía qué tanto mi vida iba a cambiar cuando gané el Miss República Dominicana Universo, porque se tiende a creer que los concursos de belleza son muy banales, de que las chicas solo tienen que maquillarse y peinarse, y en el entrenamiento me di cuenta que no es así.

Mis días comenzaban a las 5 am en el gimnasio, duraba dos horas allá, después trabajaba tiempo completo para sustentarme a mí y a mi familia, y luego iniciaba el entrenamiento de cultura general, oratoria, pasarela, maquillaje y peinado. Fue un año de mucho estrés y mucho sacrificio, que ahora entiendo por qué, porque me siento una mujer totalmente nueva, diferente, mucho más fuerte.

Cuando te preparabas para el concurso te dio COVID-19, cuéntanos cómo fue esta experiencia.

Gané Miss República Dominicana Universo el 7 de noviembre de 2021, el Miss Universo era en un mes, y una semana después salí positivo de COVID-19. Mi mundo se me fue abajo. Me dijeron que no podía participar porque tenía que hacer cuarentena en República Dominicana y en el país donde se realizó.

Pensé que todo el esfuerzo y todo lo que trabajé se me fue de las manos y no veía salida. Estaba muy deprimida y no entendía por qué a mí, que era una persona que tenía todas las ganas de hacer algo positivo para la sociedad.

Entonces, tuve que pasar ese proceso. En cuatro o cinco meses me dicen que ya podía ir al Miss Universo y el chip me cambió totalmente. Pensé que era la oportunidad de demostrar que estaba lista, que el tiempo de Dios es perfecto y que todo lo que pasa en la vida tiene una razón y un por qué.

Andreína Martínez es una mujer empoderada que triunfa en Estados Unidos

Andreína Martínez es una mujer empoderada que triunfa en Estados Unidos

Si no fue este tu mayor reto, ¿cuál ha sido?

Hay varios retos en mi vida. Creo que primero fue mudarme a Estados Unidos sin mi madre. Tenía 13 años y tuve que ser madre para mis hermanos y aprender el idioma. Éramos seis personas en un departamento de una habitación. Entonces, para mi tener que cambiar mi vida drásticamente sin mi familia, sin saber inglés, fue lo más difícil.

Ya después de mi vida adulta diría que fue lidiar con el COVID-19 y con las críticas, porque nunca se está preparado para el escrutinio público que vas a recibir en la palestra. Creo que para mí fue un shock completo. No me esperaba eso.

Cuéntanos de tu escuela, de tu cultura, ¿qué es lo que más añoras de tu país?, ¿cómo fue tu crecimiento?

Yo nací y me crié en Santiago de los Caballeros, que para mí es lo mejor de República Dominicana, por su gente cálida y cariñosa. Mi escuela y mi vida fue muy hermosa, con mi familia, con mis hermanos, con mis primos, con mi abuela. Los domingos cocinábamos todos, y eso es lo más bonito y lo que también añoraba cuando me mudé a Estados Unidos.

Añoraba tener familia cerca, la nostalgia de no tener a mi gente, mi casa, mis vecinos. Me mudé a New York, y algo que sí me sorprendió bastante es que no decías “buenos días” en el elevador, yo no conocía a nadie en el edificio donde vivía. Entonces, fue un shock de cultura muy grande. Creo que mi vida, aunque tuvo muchos cambios, fue muy hermosa.

Tienes una carrera con la que has trabajado en el área política, háblanos de esa trayectoria.

Yo siempre he pensado que el comportamiento humano es demasiado interesante. Las personas tenemos tanto que dar y tanto que ofrecer, y trabajamos de una manera tan perfecta, nuestro cuerpo y nuestra mente, y para mí era tan curioso investigarlo que estudié psicología y ciencias políticas.

Ciencias políticas porque cuando me mudé a Estados Unidos no había (casi) políticas públicas para ayudar a los inmigrantes, entonces, quería entender cómo las políticas públicas que sí existían nos ayudaban o nos empeoraban la vida.

Así fue como comencé a realizar pasantías y trabajar en el Senado de New York, y luego tuve la oportunidad de trabajar en Washington D.C. en el Senado nacional de Estados Unidos.

¿Cuál es el futuro de Andreína?

Como yo lo visualizo hay dos mundos totalmente aparte. Está la Andreína que quiere seguir siendo embajadora de República Dominicana, de seguir trabajando en la política, de apoyar a personas de escasos recursos en mi país y en Estados Unidos, esa es una parte de mí.

La otra Andreína es la que le encanta el entretenimiento, las cámaras, la televisión, el cine y el arte, y creo que a esa es la que le voy a dar la oportunidad ahora, la que quiere estudiar actuación y que quiere verse en la pantalla grande. En eso es en lo que estoy trabajando.

Un mensaje a la comunidad latina

Siempre he entendido que lo más importante es poder creer en ti y ser disciplinado. La vida no siempre te va a poner todo a tu favor, sin embargo, es importante ser perseverante y resiliente. A mí me funcionó, espero que a ustedes también.

Por: Beatriz Oliva
Fotos: Eden Blanco @eden_blanco | Estylo Magazine