Guía de cuidado para las chicas curly

Luego de años y años donde la plancha y el secador eran los mejores amigos de las mujeres, se ha dado un fenómeno importante: el amor de nuevo por los rizos algo que las chicas curly -y también los chicos curly- deben aprender a desarrollar. La humedad y la resequedad son enemigos, es decir, los extremos, por suerte hay muchos tips que pueden ayudar.

Las puntas del cabello rizado tienden a secarse rápidamente. No importa si se lava el cabello una o varias veces por semana, se debe elegir un champú que no produzca más resequedad. Secar el cabello enérgicamente con toalla puede convertir rizos mojados en un frizz descontrolado, un tip importante es secarlo suavemente cuando está mojado. Escurrir el exceso de agua y presionar poco a poco con la toalla. Para evitar maltratarlo a futuro, se acostumbra a peinar y cepillar el cabello mojado con suavidad ya que cuando se moja es cuando está en su estado más débil.

Ahora bien, secar al aire libre el cabello rizado puede resultar más frizz si no se hace de la manera correcta. Por eso se recomienda un secador con difusor. Este accesorio que se conecta al secador eléctrico ayuda a reducir el frizz y al mismo tiempo le da un toque de volumen, hay muchos en el mercado, se deberían combinar con el uso de protectores térmicos y descanso suficiente para que el cabello no sufra.

Pero también hay tipos de rizos y no todos los consejos funcionan para todos. Para aquellos rizos muy marcados es fundamental optar por peines de puntas anchas, sobre todo por comodidad y facilidad a la hora de desenredar. Un pequeño truco que todas las chicas curly deben saber para mantener esta forma, es dormir con un recogido alto para lograr conservar rizos intactos. Importante: evitar las elásticas que aprieten demasiado.

Con los rizos más ondulados, la aplicación de la espuma y su posterior secado es fundamental para crear volumen, también se puede abrir el rizo con los dedos y moldearlo para dotarle de mayor personalidad.

Por su propia naturaleza ondulada, los rizos tienden a perder la hidratación, ya que el sebo que se genera en el cuero cabelludo no alcanza toda la superficie de la fibra capilar, pero cada cuero cabelludo es diferente y hay que analizar su oleosidad para aportar la hidratación necesaria equilibradamente. En muchos salones de belleza hay estudios profundos sobre este tema.