Criar hijas con amor propio

Necesario trabajar la autoestima
y el empoderamiento desde la infancia

En la actualidad existen mayores espacios para mostrar y celebrar los logros de las mujeres, sin embargo, es una tarea que aún necesita trabajo. Por tanto, es primordial fomentar en niñas y adolescentes el empoderamiento, para que sean conscientes de que ningún sueño es imposible y que con disciplina y constancia se pueden alcanzar las metas.

Etiquetar o minimizar las capacidades de los niños son marcas que arrastran en el futuro. Se ve especialmente en las niñas, cuando se hacen distinciones fuertes entre lo que pueden o no pueden hacer por su sexo. Este tipo de errores marca una diferencia entre una líder y una mujer con inseguridades.

“Minimizar las capacidades de los niños son marcas que arrastran en el futuro”

El amor propio es una herramienta que permite afrontar las vicisitudes y superar los obstáculos. Como todo aprendizaje no es fácil y necesita de disciplina y mucha actitud, también necesita de mucho amor. La familia forma un papel fundamental ya que es en el núcleo donde se enseña a amar incondicionalmente.
Poner los deseos, necesidades y aspiraciones en primer lugar no es egoísmo. Al contrario, es la base del amor propio. Si existe alguna falta o error que los hijos hayan cometido, se deben hacer saber desde el amor y el respeto evitando a como dé lugar la crítica y el desprecio.

Los niños merecen sentirse amados y esta es la clave para que el amor hacia sí mismos crezca y se fortalezca y, además, es la forma más eficaz para que en el futuro sienten fronteras de respeto y cultiven relaciones sanas.

Christine Arylo, autora del bestseller «Choosing ME Before WE: Every Woman’s Guide to Life and Love» y creadora de la escuela sobre el arte de amarse a sí mismos, plantea que el amor propio no se tiene siempre, sino que se trata de una decisión diaria basada en elegir la compasión, el respeto, el cuidado y la aceptación en lugar del miedo, la crítica, el resentimiento, la culpa e incluso el estrés. También menciona diez componentes del amor propio:

• Autoreconocimiento y honestidad
• Autoaceptación
• Autocompasión y perdón
• Confianza en ti mismo
• Autoestima
• Autoexpresión
• Empoderamiento
• Respetarte y honrarte
• Complacerte o gratificarte
• Autovaloración

¿Cómo se enseña el amor propio?
No existe una fórmula mágica, tampoco una lista de 5 cosas sencillas. El amor propio va creciendo y enseñándose cada día y es importante que los padres lo entiendan y lo realicen en ellos mismos para luego mostrar con el ejemplo.
Así se puede empezar a enseñar a las niñas a pensar primero en ellas, al mismo tiempo a tener empatía y a escuchar a los demás. También se debe aprender a aceptar las críticas, una persona que cultiva el amor propio está deseando escuchar a los demás, para analizar lo que puede mejorar, y desde ahí, seguir aprendiendo.
Es importante hablar de la generosidad y pensar a su vez en la paz interior. De esta forma puede entender que ayudar a otros es bueno, pero que para hacerlo hay que estar en paz con uno mismo y no dar energía que no se tiene.
En el mundo de hoy, con una saturación de la información, hay imágenes y mensajes que se pueden tergiversar. Aquí nace la necesidad de hablar con las hijas sobre los contenidos que consumen, los padres no pueden estar siempre atentos a lo que ven los niños, pero si se conversa en un espacio seguro, existirá la confianza necesaria para aclarar las dudas e inquietudes. Se puede:

• Educar sobre los medios de comunicación. Hay que ayudarlas a desarrollar un ojo crítico a través del cual ella pueda descifrar y filtrar los mensajes de los medios
• Evitar los mensajes que validen las acciones para complacer a los demás
• Comenzar los deportes en equipo temprano
• Dirigir elogios lejos de la apariencia
• Ayudarla a desarrollar habilidades que no dependan de su apariencia
• Hablar sobre sus planes de estudios
• Elogiar a las niñas por sus esfuerzos y no por sus resultados

«Desde que son pequeñas, las niñas son bombardeadas por los medios de comunicación y otros mensajes culturales que debilitan el tipo de imagen saludable, resiliente que usted quiere que desarrolle su hija. Pero los padres tienen una enorme influencia en la manera en que una niña se percibe a sí misma, y con el mapa correcto en la mano, usted puede alejar a su hija de las influencias y actividades que menoscaban su autoestima y dirigirla hacia aquellas que contribuyan a formar una imagen corporal realista y un fuerte sentido de sí misma», explicó el Child Mind Institute de Estados Unidos.

Y es que desde que tienen edad suficiente como para sentarse frente a una pantalla, a veces tan pronto como a los 2 o 3 años de edad, la mayoría de las niñas empiezan a consumir los «clásicos» de Disney, que a menudo tratan de una princesa o damisela en apuros, que de alguna manera está dormida o esperando a ser rescatada por un apuesto príncipe. El final feliz que plantean es casarse con él. Pero las princesas de Disney no son los únicos modelos pasivos que se encuentran codificados y que se promueven en la cultura de las niñas, son miles de ejemplos en distintas plataformas.

Los padres pueden ayudar a fomentar la autoestima haciendo que sus hijas participen en actividades como deportes, música o cualquier otra cosa que desarrolle sus habilidades. Mientras que a los niños se les anima a ser competitivos, a las niñas se les suele instar a ser «agradables». En su lugar, es útil alentar a las niñas a que sean buenas en algo y a que no se avergüencen de ello.

Por: Sara Pacheco