Ernst Swietelsky

Un emprendedor cautivado por Miami

Si hay un rasgo que define la personalidad de Ernst Swietelsky es su versatilidad. Y es que esta exitosa figura del mundo de los negocios se ha movido a lo largo de su vida explorando posibilidades, asumiendo riesgos y construyendo exóticos y elegantes espacios para cultivar su pasión de vivir intensamente.

Desde su majestuosa y a la vez íntima mansión en Villa Positano, Ernst Swietelsky rememora su aventura personal que comenzó en Viena. “Me encontraba estudiando Ciencias Políticas en Viena, pero de pronto me apasioné por la Geología Marina”.

La historia de éxito de un austríaco atraído por Magic City

Estudiante de Geología Marina
Lo que Swietelsky define como “enamoramiento” de esa carrera, fue el impulso que lo trajo desde los plácidos paisajes montañosos de Austria a la cálida luz de Miami. “No me encontraba muy a gusto con mi primera opción de estudios y me enamoré de las ciencias marinas”. Por contar con una de las mejores universidades donde estudiar esa interesante disciplina, optó por Miami.

“Básicamente me vine a Miami para estudiar esa carrera. A pesar de que opté por varias universidades en los Estados Unidos, preferí estudiar aquí. Me fascinó su estilo de vida y me hizo muy bien ese cambio de ambiente”.

Sin embargo, las oportunidades de trabajo que le ofrecía la Geología Marina no eran satisfactorias para Swietelsky. “Cuando terminé mis estudios, me di cuenta que las oportunidades de trabajo a las que podía optar, resultaban para mí difíciles. Una de ellas consistía en trabajar como geólogo analista de muestras para una plataforma petrolera. Otra consistía en trabajar en un barco de investigación que viajaría continuamente de África a Suramérica. Ambas ofertas no me parecían muy atrayentes”.

“El éxito de la empresa se debió a una buena organización”

Fascinado con Miami
Su espíritu inquieto demandaba algo más que pasar meses aislado en un barco, entonces la intensa vida tropical de Florida pudo más. “Me decidí por un estilo de vida más emocionante. Deseaba disfrutar de la vida, y Miami era el lugar perfecto para eso. Desde ese entonces vivo en Coconut Grove”.
Miami se convirtió en algo más que una locación física pues simbolizaba un gozo de existir, un lugar donde podía experimentar otras posibilidades. Su vida se abrió como el mar mismo. “Tuve la suerte de hacer buenos amigos aquí. De esa manera pude compartir muchas actividades: paseos en bote, pesca, fiestas. Esas eran las cosas que más necesitaba experimentar en ese momento”.

Una exitosa empresa
Fueron las relaciones amistosas quienes lo animaron a probar suerte en el mundo de los negocios. “Gracias a estas amistades me inicié en el negocio de importación. La esposa de un amigo poseía una empresa relacionada con plantas y así comenzamos una iniciativa comercial en esa dirección. Primero importamos piezas de alfarería de México, luego importamos cestas de Haití”.

A partir de ese momento la empresa solo tuvo una dirección: crecer y prosperar. Swietelsky lo recuerda así. “Eventualmente, el negocio con las cestas se presentó como la mejor opción. Las condiciones de importación se presentaron muy favorables. De modo que un par de años experimentamos un crecimiento fenomenal. Incluso nos vimos en la necesidad de utilizar aviones ya que los barcos resultaban muy lentos para la dinámica de los negocios.

Es una historia increíble. Si llegaba el cargamento con el producto en la noche, ya a la mañana siguiente partían los camiones de reparto hacia Chicago, Nueva York, Texas o cualquier otro estado. El éxito de la empresa se debió a una buena organización, a realizar las acciones correctas, y a ser agresivos con las ventas”.

Ventas con agresividad y entusiasmo
La actitud que marcó a quien se convertiría en el fundador de su prestigiosa empresa de importación y exportación fue de un gran entusiasmo por lo que hacía y una postura “agresiva” para dominar el mercado.

“Recuerdo mi primera experiencia como vendedor. Me monté en un avión para Atlanta con un catálogo. Una vez que llegué a la ciudad, busqué en la Páginas Amarillas y busqué posibles compradores: vendedores de piezas de alfarería, floristerías. Luego los visité y comencé a establecer vínculos comerciales. Luego partí a Kentucky, Chicago, Dallas y repetí el mismo procedimiento.

Mi agresividad en los negocios la ponía en práctica durante las exhibiciones comerciales pues incurría en una acción “prohibida”. “En lugar de permanecer en mi stand como era lo debido, me salía de él y me colocaba en medio del pasillo a entregar folletos de propaganda a las personas que transitaban”.

A la hora de resumir la fórmula del éxito de su empresa, Swietelsky lo expresa como una combinación de felices circunstancias y trabajo necesario. “Fue una mezcla de varios factores: el momento adecuado, el producto gustaba y tenía demanda. Estábamos aquí en el momento correcto e hicimos los movimientos correctos”.

La personalidad de Ernst Swietelsky no puede separarse de la que se conoce como “la casa más hermosa de Miami”

Villa Positano
Más allá de su exitosa carrera empresarial, la personalidad de Ernst Swietelsky no puede separarse de la que se conoce como “la casa más hermosa de Miami”, Villa Positano. Esta deslumbrante villa mediterránea de tres pisos con un tamaño de poco más de 7.000 pies cuadrados fue diseñada por el galardonado arquitecto Rafael Portuondo, con interiores de Nikki Baron.
Después de ver más de 80 propiedades y no gustarle ninguna, surgió la pregunta ¿Por qué no comprar el terreno y construir lo que se desea? Ernst encontró 3080 Munroe Drive como la ubicación ideal para proporcionar privacidad y exclusividad frente al agua, junto con la proximidad al Centro de la Ciudad de Miami. “En dos semanas compramos este terreno. El resto es historia”, cuenta Swietelsky complacido por su decisión.

Una vida dinámica
Si bien los paisajes austríacos que dejó atrás son muy diferentes al ambiente tropical de Florida, la construcción de Villa Positano guardó un criterio común con los dos territorios: el agua. “En Austria vivía al lado de un lago donde disfrutaba de un hermoso paisaje con montañas. El vivir cerca del agua ha sido fundamental en mi vida”

Su afinidad con los paisajes acuáticos no es sólo sentimental. Igualmente el agua forma parte de un estilo de vida en el que la actividad física juega un papel primordial. “Practiqué deportes acuáticos desde pequeño”. Sus días libres los ocupa en actividades al aire libre. “Doy caminatas, nado, voy a la playa, navego, practico paddleboarding, doy paseos con un scooter eléctrico. Igualmente me dedico a una de mis pasiones: sailboarding”.

Los días ocupados están dedicados a sus dos hijos. Comparte todas las comidas con ellos y se dedica a ayudarlos con todo lo que se relaciona con sus estudios.

Con todo lo vivido, Ernst Swietelsky aún guarda espacio en su alma para anidar el deseo de seguir conociendo el mundo. “Me gustaría viajar más. Pero mientras tanto disfruto de una vida muy dinámica y mi deseo es continuarla de esa manera.”

Por: José Espinoza