La felicidad no se puede postergar
El animador venezolano ha trabajado
en su carrera con lo que llama lociones de la vida:
pasión, profesión y misión
Constancia, perseverancia y trabajo son piezas claves para materializar los sueños y alcanzar las metas. Y así lo logró Raúl González, conductor de televisión y actor de teatro, quien con pasos firmes, y un talento innato, se ha convertido en uno de los personajes con mayor carisma y afecto por parte del público latino.
El animador venezolano comenzó su carrera en su país natal. Fue anfitrión en los canales de televisión Televen y Radio Caracas de Televisión (RCTV), pero con el transcurrir de los años decidió emigrar a Estados Unidos, país donde luchó por materializar sus sueños. Tiene muchos sueños e ilusiones, pero está enfocado en el presente. “La vida es una sola… Se puede postergar cualquier cosa menos la felicidad”.
¿Qué gratos recuerdos te dejó haber trabajado como anfitrión en Televen y RCTV en una época de oro?
Comencé a los 5 años en RCTV, luego con el transcurrir del tiempo, Televen me dio la oportunidad de hacer lo que para mí era mi gran sueño en aquel momento, y comencé en el programa para niños llamado Chamocrópolis. Aquí pienso que comenzó la siembra de toda la semilla. Luego me fui a Radio Caracas Television con Supercrópolis. Gratos recuerdos me dejó, creo que fue sin duda la maximización de mis sueños.
¿Por qué decidiste irte de Venezuela?
En ese momento estaban pasando muchas cosas. Salía en la primera intentona golpista. Trabajaba en RCTV, cadena de televisión cerrada por el gobierno de Hugo Chávez. Un día salía del canal, había dos tanquetas militares, cosa que nunca habían sucedido en el país, lo que me motivó a pensar muchas cosas, incluso muchos pensaban que estaba loco, incluyendo mi familia, pero pensaba que nunca había vivido eso, sentí que eso no estaba bien. Lo preparé por un tiempo y me vine a Estados Unidos.
¿Qué extrañas de tu país?
Cuando uno sale de su país, sea por las razones que sea, ya sea por decisión propia o por obligación, nunca deja de extrañar los olores, los sabores, el lugar donde naciste, la familia y los amigos. Creo que al final uno extraña todo. Por más que tenga 25 años en Estados Unidos, nací en Venezuela y tengo todavía parte de mi familia allá. Extraño todo.
En esta transición, ¿cómo te recibió Estados Unidos?
Como lo dice el lema, Estados Unidos es el país donde los sueños se hacen realidad, el país de las oportunidades. Los primeros años no fueron nada fáciles. Llegué con una maleta llena de sueños, y pasé por muchas transiciones en mi vida, que hoy lo cuento desde el orgullo más que desde la víctima.
Me tocó gastarme todos mis ahorros viviendo aquí, dormir en un carro por 28 días, repartir pizza, cante de noche en locales nocturnos, pero haciendo un balance de todo lo vivido durante 25 años, es una bendición venir a Estados Unidos y ser ciudadano norteamericano.
En Miami has trabajado en Univisión y Telemundo, ¿qué significa esto para ti?
Significa mucho. Luché durante 7 años para entrar a Univisión, donde estuve 13 años, pero llegó un momento donde quería seguir evolucionando y creciendo. Me fui a Telemundo, donde estuve 4 años, pero fue un momento muy difícil para mí porque debía tomar una decisión, creo que los resultados no fueron los que esperaba, sin embargo fue un tiempo importante de evolución y de entendimiento. Estoy muy agradecido con ambas cadenas.
Te convertiste en uno de los conductores más populares del programa matutino Despierta América, de Univisión, ¿cómo fue tu experiencia?
Me permitió conocer mucho más de cerca el mercado hispano de Estados Unidos. Siempre he manejado mi carrera con lo que llamo lociones de la vida: pasión, profesión y misión. Cuando se llega a un equilibrio de estos tres “sión” podemos sentirnos orgullosos de lo que somos y hacemos. 13 años despertando a la comunidad hispana fue parte importante de mi profesión. Despierta América tiene un peso muy grande para mí, es como un abanico de opciones porque puedo hacer segmentos de inmigración, de comedia, de cocina, pero también entrevisto a cantantes y políticos. El segmento de variedades es lo que más me gusta hacer.
¿Cuáles son las nuevas metas y proyectos que tienes en mente?
Aprendí un lema que dice que el pasado es historia, el futuro es un misterio y el hoy es un regalo, que se le llama presente. Metas, sueños e ilusiones tengo muchísimos, pero estoy enfocado en el hoy. Desde que regresé a Despierta América, hace un año, y aunque no estoy todos los días, tengo participaciones especiales, también estoy en un programa de radio en Éxitos 107.1 FM, y sigo con el teatro.
Un último mensaje para los lectores.
La vida es una sola. Se trata de ser feliz, de tener un compromiso con uno mismo, del amor propio, del respeto propio, del amor incondicional, frases que pueden sonar cursis o reiterativas, pero la vida está pasando rápido, se puede postergar cualquier cosa menos la felicidad.
Por: Beatriz Oliva